Leer, señala Michele Petit, en es un medio para abrirse al otro y ampliar el horizonte.
El libro infantil como una ventana que invita a ver del otro lado de igual forma construye un marco, líneas de referencia que conducen l lector para enfocar su mirada y observar. La otra parte del proceso, cómo vive, cómo se identifica, cómo descubre su ser en el otro, qué ve de la realidad del otro, cómo acomoda y dialoga con lo otro se va tejiendo en el tiempo de encuentro entre el lector y el texto.
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| Niños de la Morita en el Taller LibrosTrotamundos |
En la escena de lectura, la estrategia de animación y mediación lectora contemplo explorar a través de las emociones de la protagonista la trama narrativa, desde el inicio de la historia hasta su resolución por cuántos momentos emocionales atraviesa la niña del cuento Perdí mi sonrisa (Thierry Robberecht, Altea, 2006). En qué medida los niños lectores pueden verbalizar, identificar el estado emocional, nombrar, explorar, ser empáticos.
En el espacio del juego, un dado establece de que emoción se reflexionará, hay que tirar el dado, nombrarla y comentar una escena del cuento donde la niña la experimenta, también esta la opción de la representación colectiva, dejar que sea el cuerpo y la voz que ocupé el territorio de la interpretación.
Continuo con la reflexión de Michele Petit, ¨Leer no nos separa del mundo. Nos introduce en el de manera diferente. Lo más íntimo tiene que ver con lo más universal, y eso modifica la relación con los otros. La lectura puede contribuir, de ese modo, a la elaboración de una identidad que no se basa en el antagonismo entre ellos y nosotros.¨ (Lecturas del espacio íntimo al espacio publico, pág. 57).
Cómo se construye tal identidad, la voz, el cuerpo, la escritura, la imagen logran mediar la interpretación. ¿Es la actividad de retrato una forma de construir el sentido que modifique la relación con los otros como lo plantea Petit?
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| Filiberto de 8, por Analiz de 5 años |
Después de leer, después de releer, después de jugar, dramatizar, los niños lectores se reúnen en pares, uno se detendrá en el tiempo el otro buscará capturar el tiempo en el espacio mágico de la hoja en blanco.
Se reparten los plumones, las hojas. Mariana (9) y Fernanda (9), Filiberto (8) y Analiz (5), Luis (6) e Itzel (10), Karla (7) y Ana (promotora), José Adán quiere ver, releer, descubrir a su propio ritmo el libro y se dedica a dibujar lo que ve.
Las líneas monocromáticas, los trazos como las palabras nos develan, una mirada que lee, que recuerda; una mente que está trabajando que logra conectar lo que observa con los movimientos finos de la mano de los dedos, dedos de un niño ya alfabetizado, o en proceso de dominar esa fina y compleja coordinación entre ojos-mente-dedos para escribir.
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| Aneliz de 5 por Filiberto de 8 años |
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| Itzel de 10 por Luis de 6 años |
Los trazos al finan buscan representar al otro, y en ese proceso creativo , los trazos se convierten en textos, el detalle de los ojos, la expresión de los labios, la ondulación de cabello, la relación y proporción entre frente y cuello, la vivacidad de los ojos.
De esta forma dibujar al otro se convierte en esa ventana para leer-descubrir-interpretar la historia, capturar el signo emocional del niño-lector-texto.
