La frase de la semana..

"Leer es encontrar la vida a través de los libros, y gracias a ellos, comprenderla y vivirla mejor..." Maurois.

sábado, 7 de mayo de 2011

La mirada de Luis y Vianka

Luis y Vianka con sus cinco años exploran los libros, abren, hojean, transitan, diríamos que empiezan a habitar las páginas del libro;  se detienen ante las palabras, al menos saben intuitivamente que esas figuras son otra cosa que dibujos, se detienen esperando a que el sonido brinque por fin, a veces los tocan como botones en espera de que accionen un sonido o movimiento, otras las recorren con sus dedos.
Pero es la imagen la que seduce, la que los mete al texto, al discurso de la historia. Es el libro de Eric Carle Quieres ser mi amigo que los hace compartir el momento de leer, toman turnos pero al momento de conversar ambos se escuchan y señalan en el texto como prueba irrefutable que le ha sucedido a este ratoncito.


Luis y Vianka hacen conjeturas diferentes. Para Luis el ratón ha estado huyendo de la fiera y con su amigo sagazmente se esconden y burlan al predador, para Vianka el ratón se ha enamorado de la linda ratoncita, se repliegan en la cálida morada  ajenos al peligro.
Misma escena narrativa diferente forma de construir el sentido, de organizar las pistas y dos formas de pensar e interpretar las acciones.
Ambas interpretaciones son validas pero una nos devela a un niño lector que aun sin leer ha logrado captar y organizar las pistas del texto, ha puesto sentido a los referentes del texto y la imagen, un lector en donde fue el sentido de la narración, de la causalidad la que en cierta forma le permitió llegar a la historia; la segunda mirada camino por linderos mas subjetivos y emocionales, no logro atender la pista clave del texto, el cuerpo de la serpiente que desde el inicio de la historia esta presente traslapándose como camino, para esa niña la serpiente aunque representa un peligro y fue el detonante para esconderse lo importante del texto fue el encuentro entre los ratones, su visión nos devela mucho de su mundo interior, de ese marco de referencias desde donde construirnos y comprendemos el mundo.
Esta escena de lectura nos regresa a la pregunta fértil pero polémica, leemos desde nuestra experiencia social de género, leemos en función de nuestras experiencias de vida, desde nuestra visión del mundo y sobre todo desde el mundo interior afectivo.
¿Ha sido el aprendizaje socializado sobre los roles de enero (ser niño, ser niña) lo que ha  llevado a este niño lector a reconocer en el texto la trama épica y a la niña lectora la trama emocional/amorosa?